Aquí donde la danza está viva. Una perspectiva desde Sancti Spíritus, Cuba
Gracias a la invitación de Yanoski Suárez, coreógrafo, bailarín y director de la compañía Ad Livintum, tuve la oportunidad de participar de 4 días de danza en Sancti Spiritus, Cuba. En este evento se reunieron escuelas de danza de toda la región, para un intercambio de prácticas, una reflexión sobre metodologías y finalmente la presentación de algunas coreografías interpretadas por los distintos niveles de la escuela, algunas de estas en competencia por una selección que en la última velada premió a las mejores.
Un encuentro también de diferentes estilos y géneros de danza: desde la danza clásica a la folklórica, en sus diversas declinaciones, desde la danza moderna a la contemporánea, hasta la danza performativa improvisada en espacios no teatrales. Un panorama muy amplio y la oportunidad de ver en escena las propuestas de jóvenes coreógrafos y bailarines. El evento se llevó a cabo en la Escuela de Arte Escénica Eduardo Lescano dirigida por Feliz Ramón en el amplio y renovado Teatro Principal, en los espacios al aire libre de la Casa de la Guayabera y la Casa de la Cultura.
La mañana estuvo dedicada a talleres, seguidos con entusiasmo y dedicación por los niños. Entre los profesores externos estuvieron Esteban Luis Delgado Bentancurt, uno de los bailarines más reconocidos de la escena cubana, con importante trayectoria como intérprete y coreógrafo, quien impartió un seminario sobre técnica cubana y Yanoski Suárez.
Este último fue profesor invitado en la Escuela, en el departamento de danza que dirige Elena Ramo Narrio donde durante un mes supervisó un intenso e interesante proceso de estudio en profundidad de la danza contemporánea, llevando adelante una original y rica pedagogía, alimentada por el estudio en profundidad de diferentes disciplinas: desde las artes marciales a la meditación, al sonido, a la presencia, a la relación con el espacio. Para los alumnos fue una preciosa oportunidad de experimentar de primera mano facetas de la danza que profundizan en la técnica, pero también en la memoria emocional, la percepción, la relación con la mirada, el nivel subconsciente del movimiento, la anatomía del movimiento, el trabajo por impulso, la visualización y la respiración, por nombrar algunos. Este mes de estudio finalmente se centró en la creación de una coreografía muy efectiva por sus aspectos dinámicos, formales, rítmicos y dramatúrgicos, compuesta por escenas corales, solos y dúos. Una obra que reúne una vertiente estética depurada sin renunciar a matices de ironía y la plasmación de la danza en sus aspectos más orgánicos. La oportunidad para que los alumnos aprendan esa importante fase que lleva de la técnica a la interpretación y asunción del gesto.
Además, la posibilidad de interactuar con las más recientes metodologías de danza desarrolladas hoy a nivel internacional y con un método pedagógico como el de Suárez, que recoge y sabe integrar saberes lejanos, desde el Oriente del arte marcial y el Butoh, hasta la escuela de danza francesa contemporánea, pasando por la cubana.
Yanoski también presentó en los últimos días dos solos de su repertorio, un momento de suma importancia para los niños y el público, para ver en vivo cómo se expresa y desarrolla en el escenario el trabajo de un bailarín y su autoría.
Además de la interpretación de las obras presentadas, fue interesante apreciar el entusiasmo de los estudiantes ante las propuestas de estudio que se ofrecieron, la disciplina, la apertura y el diálogo entre los diversos géneros de danza y sus orígenes musicales y populares.
En Italia hay una distancia entre el folklore y el estudio de la danza: el folklore, música y danza, no se estudia en la escuela sino sólo en la calle, no entra en las academias, pero aquí es una materia escolar. Me parece un signo de evolución reconocer la misma dignidad en todas las danzas y dejar que los alumnos elijan lo que quieren explorar.
Estoy agradecida de haber visto bailes que nunca había visto y agradecida de haber visto el trabajo en progreso de jóvenes coreógrafos y bailarines: semillas que darán buenos frutos.
Entonces mi viaje a Sancti Spíritus resultó ser un descubrimiento de cómo la danza resiste, evoluciona y no deja de expresar su vitalidad, su necesidad, a pesar de las dificultades, a pesar de todo.
Serena Gatti, Azulteatro – Italia. Performer, directora y crítica de arte escénico
(Foto de Loretta Pappagallo y Serena Gatti: ensayos en el teatro, puestas en escena en el teatro y en la casa de la cultura. En las fotos Cristopher Martinez Ibarra, profesor de danza clásica y los ya mencionados Esteban Delgado y Yanoski Suárez)









